Oscar Wilde: El genio literario detrás del escándalo

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José Carlos Botto Cayo

¿Quién fue Oscar Wilde? Una figura emblemática de la literatura inglesa, conocido por su ingenio, su crítica mordaz y su vida llena de polémica y controversia. El escritor dublinés marcó un antes y un después en el mundo de las letras, dejando un legado imperecedero que trasciende las épocas. En este artículo, exploraremos la vida y obra de este icono literario, desde sus orígenes hasta su trágico final, pasando por sus mayores éxitos y sus momentos más oscuros.

Wilde no solo fue un prolífico escritor, sino también un destacado dramaturgo y poeta. Su estilo único, cargado de ironía y sátira, cautivó a millones de lectores en todo el mundo. Sin embargo, su vida personal estuvo plagada de escándalos y juicios que lo llevaron a la ruina. A pesar de ello, su talento y su legado perduraron, convirtiéndolo en uno de los escritores más influyentes de la era victoriana.

Inicios y formación

Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde nació un 16 de octubre de 1854 en la ciudad de Dublín, la capital irlandesa, aunque en aquella época Irlanda aún formaba parte del Reino Unido.

Fue hijo del cirujano William Wills-Wilde y de la escritora Joana Elgee. Su padre fue un respetable otorrinolaringólogo y oftalmólogo que revolucionó el tratamiento para las infecciones de oído. Su madre, fue una amante de los libros y escribía poesía, lo cual puede haber sido una influencia en la vida de su hijo.

Años universitarios y primeras publicaciones

Fue un alumno sobresaliente del Trinity College en su ciudad natal, terminando sus estudios en Óxford. Durante esos años, estudió a los clásicos de la literatura griega, convirtiéndose en un maestro sobre la materia, llegando a ganar varios premios de poesía clásica, como el Premio Newdigate de poesía, el cual tenía mucho prestigio en esa época. Alternó sus estudios viajando por Europa y publicando sus poemas en periódicos o revistas.

En 1882 realizó un viaje a Estados Unidos, donde ofreció una serie de talleres sobre su teoría acerca de la filosofía estética, que defendía la idea del «arte por el arte» y en la cual sentaba las bases de lo que posteriormente dio en llamarse dandismo.

Fama y reconocimiento

Editó la revista femenina Woman’s World entre los años de 1887 y 1889. En 1888 publicó un libro de cuentos, El príncipe feliz, el cual tuvo muy buena acogida. En 1891 publicó varias de sus obras, entre ellas El crimen de lord Arthur Saville. El ingenio punzante y epigramático que usaba en sus obras fue un elemento importante para lograr su gran éxito, así como también la crítica que usaba para resaltar la hipocresía de sus contemporáneos.

Su única novela, El retrato de Dorian Gray, fue publicada en forma completa en julio de 1890 y le reportó feroces críticas desde sectores puritanos y conservadores debido a su tergiversación del tema de Fausto.

Dramaturgo y caída en desgracia

Su popularidad como dramaturgo siguió en apogeo al publicar en 1893 Salomé, escrita en francés. En 1895 estrenó La importancia de llamarse Ernesto, obras de diálogos vivos y cargados de ironía; la primera de ellas fue estrenada por la célebre actriz Sarah Bernhardt en 1894. Sin embargo, su éxito se vio opacado por las acusaciones que se le hicieran de homosexual por parte del marqués de Queenberry, utilizando para ello publicaciones en periódicos y revistas.

Wilde intentó defenderse con un proceso difamatorio contra Queenberry, aunque sin resultados, pues las pruebas presentadas por el marqués daban evidencia de hechos que podían ser juzgados a la luz de la Criminal Amendement Act.

El juicio y la cárcel

Durante 1895 se desarrolló el juicio de Wilde contra el Marqués de Queensberry en el juzgado de Old Bailey en Londres. Wilde inició el juicio por una carta en que el Marqués lo acusaba sobre temas indecorosos y actitudes homosexuales. Inicialmente, Wilde se mostró soberbio, pero el juez puso orden al proceso.

El juicio finalizó dándole la razón al Marqués, argumentando que el contenido se había publicado por el bien público. Tras esto, el Marqués envió las declaraciones de los testigos al director de Acusaciones Públicas del Tesoro. Por la gravedad de esta información, se realizó una segunda acusación que llevaría a Wilde a la cárcel el 27 de mayo de 1895, siendo enviado a Wandsworth y Reading, donde escribiría Balada de la cárcel de Reading. Esto supuso la pérdida de todo lo que había conseguido.

Últimos años y legado

Mientras estuvo en prisión, escribió «De profundis», una larga carta en prosa dirigida a Lord Alfred Douglas, mostrando su profunda introspección y arrepentimiento.

Saliendo de la cárcel en 1897, Wilde dejó Inglaterra para marcharse a Francia, utilizando el nombre de Sebastian Melmoth. Su esposa cambió el apellido de sus hijos e incluso lo borraron como autor de La importancia de llamarse Ernesto. Wilde vivió en la pobreza y con mala salud sus últimos años en París, falleciendo el 30 de noviembre de 1900 a los 46 años, dejando un gran legado literario.

 

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